A la hora de buscar trabajo el currículum vitae es nuestra carta de presentación, la primera referencia que va a tener nuestra futura empresa sobre nuestro perfil. Es evidente que, si el trabajo para el que nos postulamos es del ámbito deportivo, nuestro currículum debe estar enfocado hacia el deporte, pero ¿qué ocurre si el puesto de trabajo es para otro tipo de empleo?
Uno de los objetivos del currículum es diferenciarnos de los otros candidatos, hacernos notar. Los títulos universitarios o la experiencia laboral son datos objetivos, pero hay otras señales que los responsables de selección buscan entre los datos, que no son tan evidentes, pero que pueden ayudar a trazar el perfil del candidato.
Una persona deportista, mas allá del deporte ocasional, va a destacar por tener unos valores muy altos de autoexigencia, sacrificio, superación, etc. El hecho de preparar una prueba como puede ser un maratón supone una constancia que esa persona es probable acabe trasladando a su trabajo.
Al igual que el deportista individual, las personas que practican deportes de equipo reúnen todas esas cualidades y añaden otras inherentes al trabajo grupal, liderazgo, gestión de personas, etc.
A demás de todas estas herramientas que ya hemos señalado, vamos a ofrecer algunas evidencias científicas que respaldan todo esto a través de una serie de beneficios cognitivos.
Bueno para el corazón, bueno para el cerebro.
El profesor de la Universidad de Barcelona Jesús Guillen Buil afirma que nuestro sistema cardiovascular o el sistema inmunológico mejoran como consecuencia de la actividad física y ello repercute directamente en nuestro estado de ánimo. Existen evidencias sólidas que sugieren que ello se debe a que el ejercicio regular es capaz de modificar el entorno químico y el neuronal mejorando el funcionamiento cerebral y favoreciendo el aprendizaje.
El movimiento es una necesidad adaptativa que ha ayudado al ser humano en su proceso evolutivo, esta grabada en nuestros genes. La actividad física ha posibilitado el desarrollo del cerebro moderno. Sin embargo, el estilo de vida sedentario que caracteriza a la sociedad actual ha provocado la aparición de enfermedades como la obesidad o la diabetes.
Los beneficios a nivel cerebral del ejercicio físico se podrían resumir en:
– Se favorece las conexiones neuronales, que es lo que ocurre cuando aprendemos.
– Se aumenta el flujo sanguíneo, lo que ayuda a mejorar las funciones cerebrales de forma parecida a como lo haría un aumento de memoria en el funcionamiento de un ordenador.
– Se crean nuevos vasos sanguíneos, que facilitan la llegada de nutrientes que mejoran el funcionamiento cerebral.
Una pequeña cantidad de ejercicio físico diario ya sería suficiente para elevar los niveles de los neurotransmisores básicos para una buena salud mental y un aprendizaje eficiente.
Noradrenalina – Atención
Serotonina – Estado de Ánimo
Dopamina – Motivación
Por todos estos motivos, incluir nuestra faceta deportiva en el currículum es una buena forma de diferenciarnos de manera positiva y de poner en valor una serie de características que muchas veces ni siquiera somos conscientes de que tenemos, pero que están preparadas para favorecer nuestra práctica profesional.
PROFESORA: Ainoa Pinelo